Amar sienta muy bien. Amar, es una actitud, una forma de estar en el mundo, que te aporta sentido, felicidad, bienestar, paz. Y que, como todo, se puede ir cultivando.

Puedes amar a otros seres vivos, personas, animales, a la naturaleza en toda su variedad.

Pero también, puedes sentir amor por todo aquello que haces y con lo que te relacionas a diario.

Y tus alimentos, pueden ser objeto de tu amor.

Comer conscientemente es, simplemente, prestar atención a lo que estás comiendo, en lugar comer sin apreciarlo. Si pones atención en el aspecto, el olor, el sabor y la textura de lo que comes, y en cómo se siente tu cuerpo mientras lo nutres, ¿qué ocurre?

Disfrutas. Observas. Aprendes. Te enfocas.

Aprecias tu comida, su sabor, textura y aroma. Y te enfocas en cómo está nutriendo tu cuerpo.

¿El resultado? Disminuyes la velocidad, y te conectas con el momento presente.

Estudios tras estudios muestran que comer atropelladamente contribuye a problemas de digestión, así como a una conexión con el síndrome metabólico, un conjunto de afecciones que pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes.

Si todavía no estás convencida de que necesitas reducir la velocidad con la que comes, ten en cuenta que comer rápido y sin atención está relacionado con un mayor consumo de calorías. Cuando comemos rápido, nuestro estómago no tiene tiempo para decirle al cuerpo que se está llenando, por lo que terminamos comiendo más de lo necesario. El antídoto es comer conscientemente.

¿Cuál es el reto que te propongo? Intenta que al menos 1 de las 3, 4 o 5 comidas que hagas durante el día, sea bien consciente.

Para empezar, te recomiendo que escojas entre el desayuno o la cena, porque a mediodía solemos estar más liadas para empezar con esto.

6 tips para conseguirlo:

  • Planea lo que vas a prepararte, es el primer momento de conexión con tu comida.
  • Mientras te lo preparas, se consciente de cada paso.
  • Cuando te lo vayas a comer, siéntate cómoda, no comas de pie.
  • La actitud es: ¡Es un momento para ti, es importante!
  • Deja fuera de tu alcance el móvil, no leas, no mires la TV. Enfócate en los alimentos de tu plato y en las personas que te acompañan, si las hay. ¡Dale a tus compañeros de comida toda tu atención!
  • Estáte atenta a las señales de hambre y saciedad. Mastica bien, y observa cuando tu estómago te dice que ya has comido suficiente.

¿Te parece un desafío posible? Yo creo que sí que puedes.

Sé muy bien que los cambios pueden resultar difíciles, sobre todo si estás muy liada con mil tareas y nunca te has parado a prestar atención a tu comida de forma tan consciente.

Por eso, te reto a hacerlo solo 1 vez al día.

Mi trabajo consiste en ayudarte a crear prácticas saludables y duraderas, para que poco a poco inviertas cada vez más en tu salud y bienestar.

Al hacerlo, te comprometes a cuidarte mejor para poder disfrutar más de la vida y ser una mejor persona/mujer/profesional/pareja/mamá /amiga/o lo que tú desees. ¡Tómate tu tiempo y mastica tu comida! Masticar le permite probar y apreciar más lo que hay en tu plato (¡sin mencionar que lo digieres mejor!).

Ves a tu ritmo. Suelta el tenedor entre bocados y conversa con tus compañeros de comedor.

Cuando te tomes su tiempo para comer, comerás menos y te sentirás más satisfecha con lo que consumes.

Ama lo que comes. Ama a aquellos con los que comes.

¿Deseas consejos “a medida”, ideas e información adicionales sobre alimentación saludable y consciente? Reserva tu sesión conmigo y te proporcionaré consejos y sugerencias para mejorar tu rutina de cuidado personal.