La comida saludable puede ejercer un efecto muy potente sobre el estado de ánimo. En 1946, la OMS, Organización Mundial de la Salud, definió la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente en la ausencia de afecciones o enfermedades. En otras palabras, una forma física excelente (colesterol bajo, peso corporal saludable y buen estado físico general) no significa necesariamente que estemos sanos. La salud mental puede ser tan importante como la salud física.
La depresión mayor es una de las enfermedades mentales más diagnosticadas. Se estima que un 7% de los estadounidenses adultos sufren de depresión severa, 16 millones de personas padecen al menos un episodio depresivo cada año.
Obviamente, todos sentimos tristeza vez en cuando. El abanico completo de las emociones es lo que nos hace humanos. Sin embargo, estar deprimidos es más que estar triste. La depresión se caracteriza por:
- semanas del estado de ánimo bajo
- pérdida de interés por actividades que solían ser fuente de placer
- aumento o pérdida de peso
- fatiga
- sentimientos de culpabilidad
- dificultades de concentración
- pensamientos recurrentes sobre la muerte.
Que no estemos deprimidos no significa necesariamente que seamos felices. Se han publicado 20 veces más estudio sobre salud y depresión que sobre salud y felicidad. Sin embargo, durante los últimos años se ha desarrollado lo que conocemos como psicología positiva, que se centra la relación entre la salud mental óptima la salud física. Cada vez hay más pruebas que apuntan a que el bienestar psicológico se asocia a una reducción del riesgo de la enfermedad física. Pero ¿qué fue primero?¿Estamos sanos porque somos felices o somos felices porque estamos más sanos?
¿No podría ser, que ser más feliz sea un indicador de buena salud en vez de un causante de la misma? Un estilo de vida más saludable puede que venga acompañado de bienestar emocional.
Una dieta saludable, rica en verduras, podría reducir las posibilidades de sufrir una depresión hasta un 62%. Una revisión de la revista Nutricional NeuroScience concluyó que, en general, comer mucha fruta y verduras podría ser una herramienta terapéutica barata, natural y no invasiva para promover un cerebro saludable. Las semillas, ricas en niveles de serotonina, también son alimentos que pueden ayudarnos a sentirnos mejor emocionalmente.
El azafrán
El primer uso médico registrado de una especia parece remontarse a hacer mal más de 3600 años, cuando empezó a usarse el azafrán con fines terapéuticos.
Unos cuantos miles de años después, los científicos por fin pusieron a prueba el azafrán y lo compararon directamente con el antidepresivo Prozac en un ensayo clínico sobre el tratamiento de la depresión clínica. La especial y el fármaco demostraron la misma eficacia a la hora de aliviar los síntomas depresivos. El azafrán, parece ser más seguro en términos de efectos secundarios. Por ejemplo, el 20% de los sujetos asignados a Prozac sufrieron disfunciones sexuales, algo habitual con muchos fármacos antidepresivos, pero no sucedió a ninguno de los sujetos asignados al grupo del azafrán.
De todos modos, es posible que el azafrán sea uno de los rarísimos casos en que el remedio natural resulta más caro que el medicamento. El azafrán es la especia más caras del mundo. Se tiene de la flor del mismo nombre y, en concreto, de los pistilos secos, Que se muelen para elaborar la especia. Se necesitan 250.000 flores de azafrán para conseguir 1 kg de la especia.
Una dosis de azafrán equivalente a una de Prozac podría costar el doble que el medicamento, pero un estudio posterior concluyó que incluso el mero hecho de oler azafrán podría ofrecer beneficios psicológicos. Aunque los investigadores diluyeron la especia hasta tal punto que los sujetos no podían detectar su aroma, hallaron una reducción significativa de las hormonas de estrés y una mejora también significativa de los síntomas de ansiedad en mujeres que lo comieron durante 20 minutos, en comparación con las que consumieron placebo durante el mismo periodo de tiempo. Por lo tanto, cuando nos notemos ansiosos, quizás valga la pena que recordamos al especiero.
¿Dónde comprar el azafrán?
Al tratarse de una especia cara, asegúrate de comprarla en un proveedor de confianza. Busca en tiendas de alimentos naturales, tiendas online o supermercados que tengan buena reputación, puesto que en algunos casos lo mezclan con otros ingredientes para sacar más provecho de la especia, y los beneficios de la misma pueden disminuir.
También puedes encontrar suplementos que contienen azafrán, formulados en la mayoría de las veces junto a otros alimentos con los que se consigue un efecto sinérgico. Se puede formular junto a la cúrcuma, minerales como el zinc, magnesio u otros.
Pide consejo del experto a la hora de seleccionarlo. Si estás en tratamiento, es muy importante que sigas siempre la pauta de tu especialista.
Uso del azafrán en la cocina
El azafrán es una especia que puedes añadir a todos tus preparados de arroces, sopas, estafados, pastas, incluso en recetas de dulces. Aportará un vivo color a tus recetas, y todas sus propiedades.
También puedes preparar bebidas, como este té de azafrán
Utiliza una sola hierba de azafrán por una taza de agua, hiérvela durante cinco minutos. Si no te gusta el sabor, que puede ser algo amargo, puedes preparar el té mezclándolo con hojas de té verde, u otras hierbas o especias de tu gusto, como anís, regaliz, y añadirle unas gotas de bebida vegetal, como leche de avena, arroz, almendras, o incluso de coco.
Fuente: How not to die, Dr M. Greger& Gene Stone
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