El caldo es un alimento apropiado para tomar a todas horas. Si nos acostumbramos, poco a poco, podemos sustituir los refrescos que acompañan las comidas principales, los tentempiés de media tarde ¡por un buen caldo!. Un vaso de caldo antes de las comidas nos prepara para la digestión porque ayudamos a «calentar» y tonificar el sistema digestivo. El caldo nos hidrata, ya que básicamente es agua, pero también nos aporta nutrientes y sales minerales en función de los ingredientes que utilicemos. Este cambio nos va a ayudar a embellecer la piel y a sentirnos mejor.

Ingredientes que enriquecen nuestros caldos

El caldo puede contener tantos ingredientes como nuestra imaginación nos permita. Utilizaremos el sentido común para evitar caldos muy densos o poco digestivos. Nos preguntaremos ¿Qué nos hace falta hoy? Y nos iremos a mirar ¡nuestra lista de caldos!

  • Agua: ¡No vamos a poner agua del grifo! Utilizaremos agua filtrada o agua mineral, siempre aportaremos la mejor calidad.
  • Miso: Es un producto de la fermentación de las soja, se añade al final de la cocción del caldo. Aporta enzimas digestivas y regula la flora intestinal
  • Alga Kombu: Se coloca directamente en la olla y encima se colocan el resto de ingredientes. Remineraliza y aporta sabor. Depurativo del sistema nervioso.
  • Alga Arame: Se cocina 5 a 15 minutos. Depurativo de la zona genital y renal.
  • Daikon: Es un nabo grande. Remedio muy apropiado contra la obesidad. Si lo rallamos en nuestro caldo nos ayudará a perder peso..
  • Verduras de raíz: al ser dulces regulan la glucemia y fortalecen el organismo
  • Cebolla: es una hortaliza excelente, tónico digestivo e ideal para deportistas porque reduce el riesgo de sufrir tirones musculares. Hay que cocinarla muy bien para que no nos produzca gases.
  • Jengibre: se añade el tamaño de una moneda y los dejamos durante toda la cocción (¡el jengibre no tiene que picar!). El jengibre ayuda a movilizar el estancamiento digestivo. Si estamos irritables o tenemos sofocos menopáusicos no está indicado.

¿Te apetece un caldo detox?

  • Caldo de alcachofa: depurativo, activa las funciones del hígado y vesícula biliar. Ingredientes: cebolla, alcachofas, agua, aceite de oliva de 1ª presión.
  • Caldo de apio: depurativo, diurético y adelgazante. No necesita sal. Ingredientes: cebolla, apio, agua, alga nori en copos, aceite de oliva de 1ª presión.
  • Caldo de daikon y setas shiitake: altamente depurativo, ideal para eliminar toxinas, adelgazante. Ingredientes: daikon seco, setas shiitake, alga kombu, shoyu y agua.
  • Caldo de alga kombu: remineralizante y depurativo. Ingredientes: verduras básicas (cebolla, puerro, apio, zanahoria, nabo), alga kombu, shoyu y agua.
  • Sopa de miso: remineralizante, alcalinizante y digestivo. Ingredientes: cebolla, apio, agua, zanahoria, miso de cebada (no pasteurizado), un trozo de  alga wakame.

Trucos

  • Caldo exprés: Podemos guardar el agua de cocción de nuestras verduras (alcachofas, calabaza…) en la nevera. Es ideal como caldo base para cocinar o para beberlo entre horas.
  • Chlorella: en el momento de beber tu caldo añade 1 cucharadita (2-4g) de chlorela en polvo. Ayuda a mejorar el hígado graso y a eliminar tóxicos del intestino.

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