Seguramente a menudo tengas la sensación de que tienes una lista interminable de tareas pendientes que te tiene atrapada entre la ansiedad, el estrés o la inquietud. Puede que estés manejando varios asuntos al tiempo, temas de trabajo, temas familiares, temas personales, manejando la incorporación de hábitos saludables y mucho más.

Todo sigue acumulándose y puede ser abrumador.

¿Cómo convivir con todo ello, con tranquilidad y foco, y sin desgastarse en el intento?

Vamos a ver algunas «estrategias de combate» que nos ayuden a conciliar (palabra de gran actualidad) una vida sobrecargada con disponer de energía, vitalidad, salud, buen ánimo y tranquilidad interna.

Vamos a buscar una estrategia para que vivas mejor, es decir, para que puedas hacer lo mismo con menos esfuerzo y menos desgaste físico y emocional. Con una mejor organización estarás más tranquila y equilibra. Al organizarte mejor y tener controlado todo lo que quieres hacer, sientes más tranquilidad, seguridad, autoestima y bienestar. Te lo digo por experiencia: he pasado también por épocas de mucho estrés y poco disfrute de la vida, pero siguiendo esta táctica que te propongo he conseguido hacer todo lo que me he propuesto y, además, disfrutarlo. Simplemente me comprometí a mejorar y a cambiar mis hábitos, primero uno, después otro. Así que también puedes hacerlo.

Paso 1: Apúntalo todo

Para empezar, vas a volcar a diario en una libreta todas las cosas que surjan en tu mente como cosas a hacer (tanto hoy como dentro de unos meses), a recordar, a revisar, a leer, a comprar, etc.

  • Abre un primer apartado con el título TAREAS (o algo parecido, por ejemplo el típico TO DO) A las mujeres constantemente se nos pasan por la cabeza cosas cotidianas que tenemos que hacer mezcladas con otras que nos gustaría hacer algún día. Pues bien, coge tu libreta de notas y empieza por apuntar todo lo que quieras hacer, desde llevar el edredón a la tintorería hasta irte de viaje al Aconcagua. No importa el orden ni la prioridad, eso vendrá luego. De momento, vacía tu mente en el papel. Apunta incluso ideas vagas que se te ocurran y que te ronden por la cabeza, como proyectos, planes, películas que quieras ver, etc. Esto te irá de maravilla para relajarte, porque muchas veces tenemos estrés acumulado por el miedo a olvidarnos de algo importante.
  • Es mejor que utilices un lenguaje claro y directo en lo que apuntas, porque apuntar bien una acción a realizar facilita su ejecución, mientras que si la apuntamos de forma ambigua podemos perder tiempo en intentar descifrar qué quisimos decir al apuntar algo.

Este ejercicio diario de vaciado nos relaja mucho. Puedes hacerlo en cualquier momento del día, por ejemplo cuando llegues a la oficina o a casa. Lo importante es que no olvides llevar siempre encima tu libretita y apuntarlo ahí todo. Cuanto más simple sea la herramienta, mejor.

No te estreses por tener que apuntarlo todo, pues justamente de lo que se trata es de liberarte. Tienes que vivirlo más como una liberación que como una obligación.

Cuando aparezcan nuevas tareas no te plantees si tienes que apuntarlas o no, ni cuándo las vas a hacer. Simplemente apúntalas para liberarte de la preocupación de tener que recordarlas. Verás cómo eso te da la seguridad de tenerlo todo controlado

Paso 2: Aprende a seleccionar

En algún momento del día tienes que revisar esa lista y clasificar las tareas, así que revisa cada anotación y haz lo siguiente:

  • Si es algo que puedes hacer tú, que puedes hacer inmediatamente y que no te va a llevar más de unos minutos, hazlo.
  • Si es algo que no puedes hacer inmediatamente pero que tienes que hacer en algún momento del día o de los próximos días, pásalo a la agenda. Y si además es algo importantísimo que no puedes dejar de hacer bajo ningún concepto, márcalo de alguna manera (en mayúsculas, subrayado, resaltado con un rotulador fosforito)
  • Si es algo que te gustaría hacer algún día pero sin una fecha límite concreta, incúbalo: ponlo en una lista nueva de tu libreta que podrías llamar FUTURO o algo parecido. Pueden ser restaurantes a los que algún día te gustaría ir, libros que te gustaría leer, lugares que te gustaría visitar, proyectos a realizar, etc.
  • Si en lugar de una tarea se trata de una información, como por ejemplo un contacto, archívalo en el lugar que corresponda, en este caso tu listín de contactos.

¡Simplifica!: si descubres que algo es prescindible, sencillamente táchalo (o pásalo a una lista de tareas evitables o prescindibles, por si algún día la quieres revisar) Se implacable con esto. Está claro que no podremos hacerlo todo. Hay que ser realistas y aceptar que alguna cosa quedará pendiente. Si intentas conseguir todo lo que apuntas sin priorizar y simplificar, te angustiarás.

Paso 3: Haz una cosa cada vez, sin distracciones

Serás más eficaz cuanto más concentrada y pendiente estés de lo que estás haciendo Por supuesto, sabemos que podemos hacer varias cosas a la vez, pero es mejor para ti hacerlas de una en una. Es mejor centrarse en lo esencial.

La multitarea a la que estamos acostumbradas (hacer muchas cosas distintas a la vez) es poco eficaz. Aunque te parezca que solucionas más temas, acabas por dispersarte y perder mucho tiempo. Es mejor que te organices bien y hagas una cosa cada vez, manteniéndote concentrada y enfocada en esa acción Incluso puedes poner el móvil en silencio o cerrar el programa de correo electrónico, según de lo que se trate, para que no te interrumpan O para no despistarte, pues a veces somos nosotras mismas las que saltamos de una cosa a otra sin parar o miramos el whatsapp cada dos minutos, de forma compulsiva. Lo mejor, si tienes tendencia a hacer esto, es que apartes el móvil y lo pongas en silencio siempre que hagas tareas que requieran un mínimo de concentración. Y si pierdes la concentración, respira a fondo o sal un momento al balcón, siente al aire o el sol (si lo hay) en tu cara, y reenfócate. 😉

Paso 4: Adquiere rutinas

Prográmate en la agenda aquellas actividades que quieres convertir en un hábito. Por ejemplo, si quieres acostumbrarte a desayunar una crema de cereales es muy práctico dejarla preparada por la noche antes de irte a dormir. Así que apúntatelo como una tarea en la agenda hasta que lo conviertas en un hábito, es decir, durante los 30 días del mes correspondiente. Aunque te parezca una tontería, apuntártelo en la agenda es una forma de recordatorio que sirve hasta que no necesitas pensar en que tienes que hacerlo. Las rutinas se crean en la agenda.

A menudo te propondré incorporar hábitos a nivel de dieta y ejercicio. Por ejemplo, hacer unos estiramientos antes de ir a la cama. Pues bien, al principio, hasta que lo conviertas en tu hábito, es bueno que te lo apuntes en la agenda. Incluso puedes apuntarte cosas aparentemente insignificantes pero que te ayudarán, como llevar siempre encima endulzantes naturales para evitar el azúcar y los alimentos que lo contienen.

Paso 5: La hoja de ruta

Define tus objetivos a medio y largo plazo. Por ejemplo, uno de ellos puede ser: «Este año he decidido duplicar mi estado de energía y voy a mejorar mis hábitos».

Al inicio de cada mes echa un vistazo a la agenda de ese mes que empieza y procura eliminar las incoherencias. Es decir, procura que tus actividades planificadas sean coherentes con tus objetivos. Por ejemplo, si te has propuesto adelgazar tres kilos ese mes, no es coherente que te apuntes a un curso de repostería para el próximo fin de semana. Se trata de que no haya contradicciones entre las diferentes cosas que quieres hacer. Esto nos va a aportar seguridad y confianza, y te va a ayudar a tomar mejor nuestras decisiones.

Por último, ponte objetivos anuales y comprueba cada tanto que tus propósitos a corto plazo suman, es decir, lo que te vas apuntando en la agenda apoya la consecución de esos propósitos; o, como mínimo, no la entorpecen.

¡Animo, nosotras podemos sentirnos radiantes!

Ya sabes que tanto yo como el equipo de mentoras del Círculo Radiante trabajamos en un programa maravillosos para ayudar a las mujeres a instalar hábitos de alimentación, organización, ejercicio, meditación, que les ayuden a sentirse más fuertes, sanas, centradas y felices. Es una fórmula ideal para dar el paso definitivo…¡te animo a que te unas!, no te arrepentirás.