Te despiertas con el timbre del despertador o tu sonido favorito en el móvil, y a partir de entonces, todo son prisas. Nos enfocamos en resolver todas nuestras obligaciones y en atender a nuestras responsabilidades, y… nos olvidamos de respirar. El cuerpo, con su sabiduría, se las arregla para mantenerse oxigenado, y vamos funcionando con la mente y el cuerpo desconectados por completo.

La plena presencia, ¿Qué quiere decir?

Que nos sentimos plenamente vivos, aquí y ahora. Sabemos que si reconectamos la mente y el cuerpo, ocurre un fenómeno natural que potencia nuestras capacidades y nos sitúa en el punto ideal: la plena presencia.

Es un proceso fácil, muy intuitivo, porque es lo natural. La base está en llevar nuestra atención a nuestra inspiración y espiración. A esto se le llama respiración consciente.

Es tan simple que no puedes creer que sea la clave de tantos beneficios. Pero es que lo esencial es siempre simple. Pon la atención a tu inspiración y espiración y reconecta tu mente con tu cuerpo. Eso es todo, y de repente, estás totalmente presente aquí y ahora.

¿Cómo lo conseguimos?

No necesitas controlar nada, pon la atención en como entra el aire a tus pulmones de forma relajada, sin forzar, sin tratar de hacer nada distinto de lo que normalmente haces. Solo observa cómo entra el aire y cómo sale. No necesitas controlar nada. Siente tu respiración tal y como es. Obsérvala, participa de ella plenamente. Disfruta al llenar de aire tus pulmones, disfruta al vaciarlos. A medida que la observas, tu respiración se irá suavizando y probablemente se ira haciendo más lenta de forma espontánea, más profunda.

Respirar así, es respirar con conciencia. Es la clave para traer la mente de vuelta a casa, y vivir cada momento con presencia.

¿Por qué es tan importante vivir con presencia?

La mayoría de nosotros queremos sentir que nuestras vidas y actividades cotidianas tienen un sentido. Si trabajamos muchas horas fuera de casa, si estamos atendiendo a la familia, si tenemos que cuidar a otras personas, si pasamos largas horas estudiando, si estamos disfrutando de un merecido descanso o enfermos, en cualquier caso, podemos preguntarnos si esta vida, con todas sus actividades, subidas y bajadas, tiene algún sentido.

Si empezamos cada día y cada actividad con presencia, nos ayudara a conectarnos con el aspecto más positivo, creativo de nuestra propia naturaleza y hacer más profunda la experiencia de la vida.

Y entonces, podemos intuir todas nuestras acciones de un sentido trascendente.

¿En qué me ayuda?

Puedes usar la respiración consciente como la herramienta para recoger y serenar tu mente cuando te alteres. El cansancio, las prisas, la ansiedad, los pensamientos en círculo, las emociones turbulentas, nos tiene muchas veces presos y desvitalizados. En todos estos casos, puedes reconectar tu mente a tu respiración para serenarte, revitalizarte, inspirarte. Respirar no te resolverá los problemas, pero desde este nuevo estado de presencia, todo adquiere perspectiva y puedes retomar con más claridad y energía. Los refranes a menudo son resultado de la sabiduría popular, ¿recuerdas ese de «respira 2 veces antes de decidir»?

¿Cuándo hacerlo?

En cualquier momento, cuando estés caminando, esperando el transporte público, cocinando, sentada/o en tu oficina, frente al teclado, siempre puedes reconectarte con tu respiración.

Al principio, puedes proponerte hacerlo 3 veces al dia, por ejemplo, cuando te levantas, a media mañana y a media tarde.

Conectada a esta práctica, está lo que desde ¡Siéntete Radiante! llamamos conectar con el momento radiante entre las cosas. Puedes leer sobre ello en este enlace. A medida que te familiarizas con esta práctica, puedes ampliarla y reconectarte a menudo con tu respiración y con la sensación de sentirte vivo.

Práctica guiada

Has escogido este preciso momento para dedicártelo. Lleva la atención a tu respiración. Observa el aire que entra en por tu nariz y va hacia adentro. Siente cómo entra y siente como sale después. No fuerces. No controles. Solo observa .

No te preocupes si al empezar, no estás relajado o tu respiración esta tensa. Solo observa. Sonríe levemente, eso ayuda. Sigue respirando, sigue observando y sintiendo.

Inspira

Espira

Puedes decirte a ti mismo, al inspirar: entro en casa y al espirar: salgo fuera de casa

Después de unas pocas respiraciones, puede que quieras abreviar esto a: «dentro, fuera».

Notarás que tu mente se empeña en mantenerse conectada a las preocupaciones, a las distracciones o aquellos pensamientos del pasado y el futuro. Enfócate de nuevo en tu respiración sin juzgarte.

Inhala – dentro

Exhala- fuera

Poco a poco tu mente se está conectando a tu cuerpo a través de tu respiración y tiene la oportunidad de serenarse.

Sigue con la atención puesta en tu respiración: dentro, fuera

Decirse a uno mismo, estoy inspirando, entro en casa, no es un pensamiento, es sencillamente observar lo que ocurre aquí y ahora.

Cuando la mente y el cuerpo se reencuentran, estás disfrutando del momento presente. Eres tú al completo, aquí y ahora.

Dentro

Fuera

Estás conectando con todo el potencial de vida y sanador que hay en tu interior. También conectas con todo el potencial creativo que hay en ti. Y en lo que te rodea en ese momento.

Inspirando, reconecto conmigo y con lo que me rodea.

Espirando, sonrío a mi alrededor

Inspirando, disfruto del cielo azul

Espirando, sonrío a quien se cuza en mi camino

Cuando respiras así, dejas que tu mente se libere de toda su cháchara habitual y te pones en contacto con la vida, la naturaleza, las personas., estás reconectando y dejando que te nutra lo que hay en tu entorno. Si lo haces en el campo, en la playa, paseando por la calle, deja que el cielo, los árboles, el mar te nutran.

Inspira

Espira

Te liberas de tus miedos y preocupaciones. Te pones en contacto con tu respiración y con tu cuerpo. Si tu mente continuara atrapada con pensamientos del pasado o del futuro, te perderías todo esto.

Inspiro, entro en casa.

Espiro, salgo de casa

Inspiro, sonrío a mi inspiración.

Espiro, sonrío a mi espiración.

Inspiro, siento como mi inspiración se hace más profunda.

Espiro, siento como mi espiración se hace más lenta.

Poco a poco, observando tu respiración, te estás dando la oportunidad de sentir que hay armonía y serenidad en tu mente y en tu cuerpo..

Inspiro, siento mi cuerpo.

Espiro, sale la tensión de mi cuerpo.

Inspiro, disfruto mi inspiración.

Espiro, disfruto mi espiración

Compartimos un poema del maestro zen THICH NHAT HANH

con el que puedes practicar, recitándolo de vez en cuando, mientras sonríes y respiras:

Inspirando, sé que estoy inspirando.

Espirando, sé que estoy espirando.

Mi espiración se hace más lenta.

Inspirando, calmo mi cuerpo,

Espirando, me siento cómodo.

Inspirando, sonrío.

Espirando, libero.

Permanezco en el momento presente,

Sé que este es un momento maravilloso.

Esto se puede acortar recitando una palabra o frase por respiración:

Dentro, Fuera.

Profunda, Lenta.

Sereno, Cómodo.

Sonrío, Libero.

Momento Presente, Momento Maravilloso.

El momento presente es el único momento que es real. Tu tarea más importante es estar aquí y ahora y disfrutar del momento presente.

Si quieres seguir avanzando en la práctica de la Respiración Consciente y de la Meditación, para sentirte más radiante de dentro hacia fuera cada día que pasa, te acompañamos a conseguirlo con el Círculo Radiante. ¡Te esperamos!