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Este kit de supervivencia para un mal día es como un botiquín de emergencia, pero sin vendas y esparadrapo, sino con todo lo que necesitas para ocuparte de tus heridas emocionales cuando estás pasando por un mal día o cuando te enfrentas a una situación complicada.

¡Un kit de primeros auxilios para tu mente!

Las ideas que te propongo son solo eso, ideas. Tu puedes incluir estas y/o todas aquellas que le recomendarías a tu mejor amiga si ella se encontrase en una situación emocionalmente complicada.

1. ¿Qué te dirías cuando estás mal? Escríbelo en una nota.

Las emociones que nos causan ansiedad, estrés o depresión, suelen coger el mando y nos secuestran con facilidad. Nuestras conversaciones con nosotras mismas, dan vueltas alrededor del problema y nos atrapan y agotan, y es difícil salir. Si pudieses tener una conversación contigo misma cuando estás en esa situación, ¿qué te dirías?

Recuerda otras situaciones similares, ¿qué te resultó de ayuda? Siente compasión y amor hacia esa versión de ti misma asustada, triste o deprimida, y escribe aquello que bien sabes que resultará de ayuda en esas circunstancias.

Esas cosas que ahora se te están ocurriendo, son las que son difíciles de pensar cuando estás mal. Así que escríbelas, para tenerlas a mano cuando las necesites.

Prepara esta nota de la forma en la que te sea más útil. Puedes hacerlo en forma de carta, un resumen de puntos importantes, o frases inspiradoras que te resuenan.

2. Calma tu ánimo a través de tus sentidos

El mejor antídoto para calmar una mente alterada, es el cuerpo físico. Las sensaciones que puedes percibir a través de los sentidos te pueden ayudar, ¡y mucho!, a recuperar la serenidad.

Una vez más, piensa bien:

¿Qué olores te gustan?
¿Qué múscia te hace senitr alegre?
¿Qué colores te suben el ánimo?
¿Qué texturas te relajan?
¿Qué sabores te encantan?

  • Aceites esenciales relajantes, como la lavanda
  • Una lista de canciones y temas que te alegran y relajan
  • Fotos, paisajes, mandalas, figuras que te inspiran y que te ayudan a relajarte
  • Un baño, un masaje, una prenda de ropa que te hace sentir confortable
  • Audios de meditaciones guiadas, de reflexiones inspiradoras
  • Recetas de bebidas o platos relajantes, que suban el ánimo, ricos en serotonina.
  • Lecturas inspiradoras, mantras, citas, extractos de biografías de personas que te inspiran

Todo eso puede estar recogido en tu kit de supervivencia y a punto para echarle mano cuando caes en barrena.

3. Un diario + un bolígrafo especial

Escribir es una técnica que ayuda increíblemente cuando estás mal. No se trata de escribir nada literario, sino del ejercicio de vaciar tu mente de los pensamientos que te tienen atrapada.

Si vuelcas en un papel tu rabia, miedo, impotencia, frustración, enfado, tristeza… verás cómo quedan allí registrados, y puedes verlos con mucha más perspectiva.

Crearás un poco de espacio entre tú y tus pensamientos, y eso es fundamental para poder reaccionar con más acierto.

4. Recordatorios de que no estás sola

Es muy reconfortante sentir que hay personas, grupos, asociaciones, que nos hacen sentir que importamos, que somos parte de una amistad, de una familia, de una comunidad.

Piensa bien, ¿con quién te gustaría hablar cuando te sientes mal? ¿Quién está ahí fuera abierto o abierta a escucharte en esos momentos? ¿Sabes de algún grupo con el que contactar en una situación en la que te sientas mal? ¿Conoces algún terapeuta o profesional que te despierte confianza?

Haz una lista con los nombres y teléfonos de l@s amig@s, familiares, asociaciones y profesionales, para tenerla a mano.

Con todo lo que vayas recopilando de las ideas anteriores, más lo que tu misma añadas, ¡monta tu kit de supervivencia para los días malos!

Puedes coger una caja bonita y guardarlo allí todo…listo para cuando lo necesites 🙂

Todas tenemos días malos, es natural. Pero podemos hacer cosas que nos ayudan a estar en equilibrio y poder afrontar las subidas y bajadas de la vida con fortaleza y serenidad. Estas “cosas” a las que me refiero, tiene mucho que ver con nuestros hábitos diarios, ¡son tan importantes!

El Método ¡Siéntete Radiante! te guía y acompaña para que aprendas a gestionar tu alimentación, tu ejercicio, tu calma mental y tu talento, y puedas encontrarte en plena forma física, emocional y mental para vivir la vida con bienestar.

¡No te lo pierdas!