El momento de dormir es importantísimo para nuestro bienestar, pues es cuando descansamos y nos regeneramos. Por eso es importante bajar el ritmo: cambiarnos poco a poco para estar cómodas, lavarnos y limpiarnos despacio, a lo mejor cepillarnos el pelo y entrar en la cama con gusto, sintiendo el tacto agradable de las sábanas y la comodidad del colchón. Es decir, irse a la cama conectando con el cuerpo, para desconectar la mente.

En la línea de poner consciencia en nuestros hábitos, te aconsejamos que no te vayas a dormir pensando en lo que tienes que hacer al día siguiente, pues no descansarás bien. Ese momento no suele ser bueno para meditar, pues solemos estar muy cansadas, pero te aconsejamos que hagas algo sencillo para desconectar de tu cháchara mental: cuando te estires en la cama, respira sintiendo cómo se levanta tu abdomen cuando tomas aire y cómo desciende cuando lo sueltas. Y cada vez que empieces a pensar en lo que has hecho o lo que tienes que hacer, en lo que has dicho o te han dicho, etc., deja pasar el pensamiento y vuelve a fijarte en la respiración. Seguramente te dormirás en seguida, pues por la noche solemos estar cansadas.

También puedes hacer un pequeño ejercicio de agradecimiento, si quieres, de conectar con el corazón, de agradecer todo lo que ha pasado ese día, lo bueno y lo aparentemente malo, porque todo es para bien. Es un ejercicio de confianza y entrega al Universo, de conexión con tu verdadera naturaleza. Con él te relajas y te predispones mejor al descanso, al sueño. Nuestra experiencia de que si te entregas al sueño con confianza, te acuestas como poniéndote en manos del orden superior de la vida, éste se ocupa de regenerarte por la noche y de ayudarte a tener sueños constructivos que alimenten tu parte inconsciente de una forma positiva.

No somos especialistas en el tema del sueño, pero creemos que es importante darle una frecuencia al sueño y que esa frecuencia sea buena, positiva, relajada y de confianza. Hay autores que sugieren que mandemos un mensaje al inconsciente justo antes del sueño, en el momento preliminar al sueño. Dicen que si le pides a tu parte invisible que te ayude a resolver tal tema o tal otro y lo dejas en sus manos, esa parte invisible trabaja para que lo puedas resolver o para que las cosas se te resuelvan positivamente. No estamos seguros de que esto sea totalmente cierto, pero parece coherente y, en cualquier caso, genera bienestar y paz interior irse a dormir de esta manera.

Por otra parte, para dormir bien te sugerimos que cenes temprano y no te vayas a dormir con la barriga llena. Eso te acidificará y no podrás descansar bien. En cambio, beber para irnos a dormir hidratadas nos ayudará a descansar.

¿Qué puedes beber antes de irte a dormir?

Si buscas algo calentito:

  1. Si te apetece algo caliente, puedes tomar infusiones como manzanilla o tila, tés sin teína como roiboos, kukicha o bancha (poquísima teina) endulzados con regaliz o con un poquito de estevia.
  2. Puedes prepararte una bebida macrobiótica, muy relajante, tonificante del sistema digestivo, el kuzú con zumo de manzana: diluye bien una cucharada de postre de kuzú en un vaso de zumo de manzana, y caliéntalo en una olla hasta que veas que el kuzú espesa.

Si prefieres algo a temperatura natural:

  1. Zumo de uva roja, el mosto natural, es buena opción, pues es dulce y relajante y seda la energía de la zona pectoral.
  2. Puede beber un vaso de Kombucha
  3. Un vaso de verde de cebada o verde de trigo, te alcalinizará y te ayudará a prepararte para el sueño.

Si estamos tomando perlas de aceite de onagra, es bueno tomarlas un rato antes de ir a dormir, pues también producen un efecto relajante.

Si deseas que te acompañemos para integrar todas estas recomendaciones en tu día a día: saber organizar la lista de la compra, cocinar para varios días, congelar, tener recetas fáciles y deliciosas coherentes con toda esta información, y ¡consejos muy útiles! Que te ayudarán a sentirte más fuerte, más centrado y más sano, súmate al Círculo Radiante.¡Ánimo, empieza hoy a cuidarte!